El cuerpo habla de la mejor forma: ¡Bailando!
Bailar y hacer movimientos al son del ritmo que escuchamos, que vivimos; es la manera en el que expresamos lo que sentimos, lo que somos y nos identifica culturalmente.
Por eso, nuestra identidad se ha visto representada a través de la danza, el teatro, la literatura y la música. Formas artísticas que han estado presente en todas las generaciones y por las cuales, narramos historias de nuestros ancestros, de nuestro patrimonio. En el arte dancístico lo transmitimos a través de un sinfín de movimientos que puede hacer nuestro cuerpo.
Por ejemplo, la danza estuvo en las sociedades primitivas representando lo mágico y religioso pero natural y cotidiano. Estuvo en la sociedad de pensamiento mitológico donde representaba lo irreal e imaginario con gestos y símbolos a través de la plasticidad y el equilibrio en los movimientos. En la danza folclórica, expresa corporalmente las tradiciones espirituales y sociales transmitidas de generación en generación.
Hoy, la danza contemporánea y urbana muestran la sensación y la naturalidad corporal a través del desequilibrio, la espontaneidad y la adaptación de movimientos que se generan con clásicos y nuevos ritmos.
Todas las formas de danza se expresan: estéticamente a través del ballet, culturalmente a través de la danza tradicional y socialmente con las recientes expresiones de danza.
Pero… ¿Qué se siente danzar?
Aunque cada expresión dancística sea distinta, tienen algo en común: el placer único de mostrar corporalmente, con movimientos rítmicos la pasión inexplicable de bailar.
Acá una muestra de expresión corporal, con la danza contemporánea:
Fuente
Contratiempo.net
El cuerpo escrito con danza, documento de Madeleine Osorio Calderón
Publicado en Danza en Red Colombia a través de la Agencia Montenegro
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