El Día no era normal, había algo que describía la verdadera realidad








Llego el 28 de mayo, disfrute la vida, por unos instantes, llegue a conocer el sentimiento general de aquellos niños cuando de alguna forma les demostraba el cariño que se estaban ganando rápidamente en mi corazón, me gustaba dar consejos de mis propias experiencias, y aunque de alguna forma yo no lo aplicara, les decía que lo más importante para ser feliz era no depender de lo material, luchar por sus sueños, aunque sean muy difíciles, y crear y tener en cuenta una actitud responsable, ante las situaciones que se iban presentado al pasar el tiempo en cuanto a la propia familia, al estudio y al mundo que se encontraba frente a sus ojos.
Todos tenía la ilusión de salir adelante, unos que a pesar de su edad demostraban una mayor madurez, y otros que aunque sabían que no podían realizar lo que añoraban en un futuro por alguna circunstancia que las nombraré más adelante, guardaban la esperanza de hacerlo.

Ese día empecé a darme cuenta que las injusticias que hacen tanto la vida como el hombre son eternas e injustificables.Dos niños empezaron a marcar mi vida, Ana maría, y Luis Fernando, ella tenía seis Años y Luis tenía diez, estaba analizando su personalidad en lo que llevaba yo en el salón comunal, los dos eran muy cayados, mal genianos y tercos, sin embargo, Ana María demostraba su dulzura y su decencia, sus ganas de crecer y su resaltante madurez al parecer por las dificultades que vivía.

La intervención planteada para demostrar dos fenómenos importantes de Bogotá era un desfile de modas, mostrando como tema la contaminación; el material de los vestidos y su diseño eran con material reciclable, este día empezamos a recaudar papeles, plástico, envases y demás.
Luis Fernando estaba clasificando dicho material y no dejaba que ningún niño se entrometiera, le dije que quería hablar con él, un poco serio me dijo que si, salimos y le pregunté que por qué no dejaba que los demás niños colaboraran con esa actividad, ya que eso se necesitaba de intervención de todos, me respondió como un adulto diciendo que “la responsabilidad es mucha y que todo tenía que comenzar bien, pues tenía miedo que le saliera mal, tal como a su padre, cuando fracaso con un negocio de frutas y a consecuencia de ello lo amenazaron y lo mataron.

Mi cabeza no producía ningún comentario, no sabía que decirle, solo me había dado cuenta que tal dolor no tenia cura, en algunos solo ira, resignación o venganza, del por qué tantos mataban, estaban en las drogas y en el alcohol lo que me dijo aquel niño, era una de las tantas constestaciones que respondían esas cuestiones que se presentan en la vida, solo la persona que vive, y siente esto por los demás, se empieza a dar cuenta que hay una verdad grande y que se tiene que luchar para mostrarla ante el mundo.


Por otro lado María se encontraba concentrada realizando un cartel de invitación para los demás barrios, resaltaba su energía entre los demás niños, le intenté ayudar con un poco de escarcha que había al lado, y de nuevo no dejo que la ayudara, dijo que quería que su trabajo fuera único, que se diferenciara entre los demás, por lo tanto la gratificación era solo para ella.
Estos dos casos empezaron a desencadenar una serie de acontecimientos y conclusiones entre los demás niños, lo que más faltaba en aquellas personas que no tenía una posibilidad de vida por lo menos normal era la falta de apego, de educación y apoyo.
Fray Anderson Monasterio Fotografías : Santo Tomás. Localidad Ciudad Bolívar.

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