El flash back, opción-decisión para una muy buena historia


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No es de importancia para mi escrito datos exactos que informen sobre la película, el interés radica en el esquema estético y analítico de la historia.

La esencia de una buena historia radica en poder transmitir hechos reales con una mezcla cultural, o si se prefiere fantasiosa. El no caer en lo recurrente da un paso adelante para poder clasificar una historia en el grupo de películas buenas, originales y expresivas cuando cuentan un hecho cultural con costumbres que pueden ser externas a la mayoría de los espectadores. No es necesario utilizar como herramienta lo fantasioso, pero sí es más que importante saber ser creativo con la imaginación, para poder cambiar experiencias que se viven a lo largo del tiempo en cualquier contexto: espacio, cultura, que conforma la narración humana.

Quién quiere ser millonario, film que narra las dificultades de una historia amorosa, ante el azar que le juega el destino a Jamal Malik, asistente de bebidas en una empresa call center. Con tanta violencia cultural que dominó a la India, se formaron recuerdos inmunes que construyeron la vida de este hombre, recuerdos que fueron respuestas del programa Quién quiere ser millonario.

Toda la narración se dio en la India, especialmente en Bombay, capital que sufrió grandes arraigos culturales, pobreza y luego trasformaciones arquitectónicas, para convertirse en una de las grandes capitales. El esquema narrativo de dicha historia es cíclico, maneja una serie de elementos claves que permite que el espectador dependa y se domine con suspenso.

Está película es dirigida por un director norte americano, sus espacios son por supuesto del Asia del sur, al igual que la violencia cultural y las costumbres de sus habitantes. En el 2007 gana esta historia cinematográfica 7 premios de la academia como mejor director, guión, música, y como mejor historia de snoop dog, entre otros.

Latika, fue el amor, por el que lucho contra el destino Jamal, a su vez el empuje para poder encontrar sin quererlo el dinero que siempre deseo su hermano mayor, Salim. Quién quiere ser millonario fue el espacio fijo en el que redondeaba la historia con flashes backs que contextualizaban sutilmente al espectador. No es difícil olvidar la manera en que comienza la narración y menos de cómo se entrelaza el final con ese inicio. ¿Cómo lo hizo?, era la pregunta del intro, la respuesta que siempre fue mostrada en el hilo de la historia fue dada al final con el mismo ambiente del comienzo: Esta escrito. “Si alguien me hace una pregunta, yo digo la respuesta”, dice Jamal en una de las escenas.

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Es fascinante y adictivo encontrar sucesos inconclusos, que permitan dar sorpresivos momentos que impactan y trasmiten nuevos conocimientos a través de mensajes con una cultura que tal vez no se haya experimentado, pero que indirectamente se haya conocido a través de escenas con empuje emocional que vive cada ser humano.

La complejidad de las escenas demuestra el gran trabajo dado para hacer que la estructura narrativa no caiga en el cliché de historias de amor que terminan siempre con el final feliz. El flash back que se maneja en toda la película, es la viva representación de ello, a través de este método audiovisual, se dan puntos claves en cada escena que responden a la caracterización de los personajes con una continuidad representada hasta el fin de la historia.

La vida está llena de múltiples opciones, pero la única que acepta manejar un destino es la de decidir, la variedad cultural, muestra la misma dirección por la que el mundo se sostiene socialmente, dicha dirección es la de vivir según lo que se piense, y se acostumbre actuar para lograr lo que desea cada uno en vida. “Está escrito, tu y yo debemos estar juntos, así lo quiere el destino”, varias veces Latika lo escucha de la voz de Jamal, cada vez que él decide arriesgar las oportunidades que el destino le dio para ser feliz.

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