Del vino y el café



Notas varias de un libro sin terminar…

Serán publicaciones intermitentes de una historia entrecortada por muchos aspectos, el principal radica en que mi musa inspiradora no me acompañaba con frecuencia cuando tenía al lado mi libreta favorita.

No había tanta gente y una pareja de homosexuales debatían sin descanso sobre la mejor pose, hablaban casi que con susurros de lo bastarda que era la palabra “marica”, pero luego se acomodaban y entonaban la voz al relatar lo indiscutiblemente delicioso que era para ellos tener sexo con un hombre musculoso, de piel oscura y poco sutil.

En ese mismo contexto, un hippie pasaba por todas las mesas vendiendo labia con manillas y aretes, decía en repetidas veces “son para la buena suerte”. Mientras tanto, en el fondo, muy en el fondo de ese café, había un hombre sutilmente impactante, su simplicidad con la que fumaba y la forma en que encorvaba la boca, ¡era perfecta! Y mientras miraba con tranquilidad la hora, a unas cuantas mesas estaba ella, intranquila, impaciente e incómoda, en su mesa yacía una copa de vino vacía…"


#Spontané
@lorenaylonen

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